Encender una luz en nuestro interior, dejarnos invadir por la calma,limpiar nuestra mente; De todo eso se trata cuando nos ponemos a meditar. En este ajetreado mundo, que entre todos hacemos, es bueno y deseable pararnos de vez en cuando a meditar, que no quiere decir pensar, si no todo lo contrario, acallar también nuestra alterada mente y entrar en el silencio sanador.
Este fin de semana largo, desde el miércoles, hemos tenido en la casa del alba unas jornadas de meditación sanadora, en grupo, muy interesantes. Marisa y Lali han puesto su voz como canales de esa luz divina que se manifestaba a todos nosotros en los momentos más mágicos. También hubo ocasión para dirimir puntos de vista, donde aprendimos que la mente no puede llevarnos a ninguna solución práctica. En resumen: Sentimos, en este puente de la Inmaculada, que la pureza debe y quiere instalarse en nuestros corazones, para que la luz y el amor se hagan presentes en ellos, y nos lleven con dulzura a la comprensión y al cambio tan deseado para toda la sociedad en estos días.
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